jueves, 6 de agosto de 2009

LA PSICOSIS DE LA "SANTA MADRE IGLESIA"

La relación entre los seres humanos –incluidos los cristianos- no es materno-filial sino fraternal. En sentido evangélico, la Iglesia es Hermana, pero no Madre. Y es a través de esta fraternidad que se deriva la maternidad eclesial, pero no al revés.

Para que unos pocos aseguren su poder y su dominio sobre el Pueblo de Dios, ha sido necesario invertir la relación de parentesco.

Más en concreto…

· identificando e idolatrando a los que mandan como símbolo incuestionable de una maternidad…

· estableciendo, en una especie de síndrome de Estocolmo, una relación de dependencia afectiva y espiritual con respecto al cónclave de agresores.

· creando una especie de complejo de Edipo a la inversa, donde los hijos son sacrificados por la envidia y celos de una Madre que no quiere que le arrebaten el amor de su Dios Padre.

Se ha pervertido el sentido de la maternidad eclesial, como no podía ser de otro modo, en una Iglesia patriarcal dominada por el machismo. ¿Cómo disfrazar su violencia machista? ¡Mostrándola como Madre!

Si la Iglesia realmente fuese Madre habría características que nos lo indicarían, sin embargo, las características definitorias son esquivas a este apelativo: autoritarismo, censura, excomuniones, paternalismo machista…

Nada de esto parece indicarnos que estemos en presencia de una Madre. Pero ¿quién puede derribar la empedrada soberbia de una historia de pedrería barata y bisutería teológica?

Aunque sea evidente, podemos preguntarnos…

· si no es cierto que una madre acepta a sus hijos como son, no como ella quiere que sean,

· si una madre le cerraría la puerta a un hijo,

· si una madre culparía de su esterilidad (tabú oculto bajo el eufemismo “falta de vocaciones”) a sus propios hijos.

El lenguaje y las formas de estos que se autodenominan “Santa Madre Iglesia” es preponderantemente jerárquico y autoritario, machista, definitivamente nada maternal. Para más INRI la jerarquía católica se autoproclama no sólo madre, sino también santa. A los complejos psicológicos anteriores se une el narcisismo.

La “Santa Madre Iglesia” como tradicionalmente se entiende es una falacia y un eufemismo, un becerro de oro con pies de barro. La Jerarquía ha usurpado el trono maternal y se arroga un derecho que nadie le ha concedido, mucho menos Jesucristo.


J. Agustín Franco
Extraido de http://www.feadulta.com/

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