domingo, 26 de octubre de 2008

ENTREVISTA AL PARROCO VICENTE SANTANA QUINTANA


EL DÍA, S/C de Tenerife

Vicente Santana Quintana nació el 10 de marzo de 1941 en San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria. Estudió Humanidades y Filosofía, además de Teología en el Seminario Conciliar de Canarias. El padre Santana es hoy profesor de Primaria y posee un título de especialista universitario en Periodismo. Ha ejercido su labor pastoral en las parroquias de Las Chumberas, Las Palmas de Gran Canaria, Moya, Carrizal, La Isleta, Jinámar y Marzagán. Actualmente ejerce su ministerio en la parroquia de Las Huesas, en el municipio grancanario de Telde. Allí se congrega un curioso grupo de sacerdotes entregados a la causa anticolonialista del Archipiélago.

-¿Puede hablarse de un grupo consolidado de sacerdotes en Telde, muy interesados en la política y de tendencia independentista?

-Un grupo es una pluralidad de seres que forman un conjunto. Ya es difícil conseguir este conjunto de personas distintas y, más difícil aún, saber si un grupo está o no consolidado. Lo que sí puedo afirmar de nuestro grupo de curas es que lleva funcionando más de 12 años; que tenemos ideales comunes canario-cristianos o cristiano-canarios; que nos hemos propuesto objetivos que hemos alcanzado. El último de estos objetivos fue enarbolar la bandera nacional canaria el pasado 22 de octubre, y emitir un comunicado. Este gesto de enarbolar la bandera nacional encuentra su razón de fondo en el hecho de que Canarias ha vivido, desde hace seis siglos, en el mutismo, es decir, en el silencio impuesto que le ha impedido expresarse con su palabra. La bandera es un símbolo y un lenguaje para expresar la ruptura con el pasado impuesto y la apertura a un futuro decidido por nuestro propio pueblo.

-Y en esa tendencia política próxima al independentismo, como afirman los párrocos Fernando Báez o Paco Bello, ¿usted también se incluye?

-Yo creo que tanto Fernando Báez como Paco Bello son curas mas independentistas que yo, pero yo también lo soy en cierta medida desde hace muchos años al haber experimentado la falsedad y la mentira del españolismo en mi vida y en la de nuestra gente. Tengo un libro que me dieron en la escuela, a los 7 años, por haber respondido a una pregunta sobre la historia de España cuando, sin embargo, no me enseñaban nada de nuestra historia canaria. Lo que nos enseñaban es que Canarias estaba debajo de las Baleares. El referido libro tiene escrito mi nombre, que puse yo mismo, y lo conservo con mucho interés para que me recuerde y me avive el rechazo que siento hacia aquella enseñanza colonialista que recibí durante los primeros años de mi infancia.

-¿Por qué cree que está mal visto que la Iglesia se involucre en la política?

-El término "polis" significa ciudad y de esta palabra nace ciudadano. "Polí-tica" es el arte, doctrina u opinión referente al gobierno de un país independiente o dependiente. Y "polí-tico" es el que ejerce este arte, doctrina u opinión. Consecuentemente con esto, todos los ciudadanos hacemos política porque, por ejemplo, opinamos sobre aspectos de nuestro país, votando por una opción política, votando en blanco o absteniéndonos de votar. Todos somos políticos, aunque no todos seamos políticos profesionales.

-Sí, pero ¿por qué cree que desde distintos sectores se considera un error que la Iglesia opine sobre política de forma pública?

-Yo iría más allá y me preguntaría ¿por qué se mira mal que la Iglesia introduzca en sus escritos o sermones opiniones sobre temas políticos?

Pues porque hay personas interesadas en que no se toquen sus situaciones privilegiadas; porque se pretende un silencio cómplice ante situaciones injustas; porque se confunde ser persona religiosa con persona cristiana; porque, sobre todo, hay cristianos católicos que ignoran, olvidan o rechazan lo dicho por Jesús en la Sinagoga de Nazaret: "El Espíritu me ha ungido para traer la Buena Nueva a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libre a los oprimidos y para proclamar el año de gracia del Señor".

-Se deduce entonces que usted introduce comentarios de actualidad o de carácter político en sus sermones...

- Sí, claro. En el Evangelio de Lucas leemos que los apóstoles comenzaron a discutir cuál de ellos debía ocupar el primer lugar. Jesús les dijo: "Los reyes de las naciones se portan como dueños de ellas y, en el momento en que las oprimen, se hacen llamar bienhechores. Ustedes no deben ser así. Al contrario, el más importante entre ustedes se portará como si fuera el último, y el que manda como el que sirve". Observando este texto nos damos cuenta de que Jesús mira lo que pasa con los reyes y las naciones, opina sobre ello y propone un modo diferente de comportarse.

-Los sacerdotes en España no pueden presentarse a elecciones, como sí ocurre en otros países como Andorra, donde un obispo es jefe de Estado. ¿Trataría de promover un cambio para que los curas pudieran tener este derecho ciudadano?

-Los curas que tienen las ideas claras sobre su misión y la ejercen conforme a estas ideas no necesitan aspirar a presentarse a elecciones ni políticas ni eclesiásticas, porque el poder por sí mismo no salva nada ni a nadie. Dios no es poder. Dios es amor. Sólo Dios salva. Sin embargo, en casos que merezcan la pena debería poder presentarse un cura o un obispo a elecciones. ¿Por qué no?

-¿Está de acuerdo en la afirmación de que el sacerdote que no haga política no es sacerdote? ¿Por qué?

-Yo no diría que no es sacerdote, pero sí que le falta un aspecto muy importante en la realización de su misión pastoral.

-¿Se vive la política en la Iglesia?

-En general, muy poco. La Iglesia está lejos de la calle, del pueblo y vive bastante cerrada hacia fuera y muy metida dentro de sí misma: con catequesis que no generan casi ningún nuevo creyente; con celebraciones bautismales cuya motivación social y consumista sustituye, de hecho, la fe que se necesita para celebrar este sacramento; con unas primeras comuniones ante cuya realidad me viene a la memoria las palabras de Pablo a los Corintios: "No los puedo alabar porque sus reuniones les hacen más mal que bien, de manera que su reunión ya no es la cena del Señor".

-¿Cómo ve la política que se practica en Canarias? ¿Está conforme con los partidos mayoritarios?
-La política que se practica en Canarias es, radicalmente, igual a la que se practica en España, es decir, es antidemocrática y un engañabobos. Democracia significa poder del pueblo, pero tanto en Canarias como en España el sistema electoral no es democrático, sino antidemocrático, porque no solamente no permite el poder del pueblo sino que admite un poder contra el pueblo. Este sistema de listas cerradas obliga a votar a partidos y personas que no se quieren votar; no garantiza que el voto dado por los ciudadanos lo reciban y mantengan sus destinatarios, ya que se lo das a los blancos y el sistema se lo entrega a los negros y viceversa; este sistema cierra las puertas a las nuevas ideas de los grupos minoritarios o de individuos; reparte el botín, yo diría que el votín, con "v", antes de las elecciones entre los grupos mayoritarios de siempre. Este sistema podría llamarse partidocracia, porque facilita el poder a los partidos o, también, cabezacracia, porque en los partidos, por lo general, mandan sus cabezas y no sus afiliados. Un sistema así no puede llamarse democrático, porque no representa al poder del pueblo. Pero, además, la política que se practica en Canarias se convierte en perversa, es sumamente mala, causa daño intencionadamente y corrompe las costumbres y el estado habitual de la cosas.

-Entonces, según usted, ¿qué ha sucedido en Canarias en este último cuarto de siglo de democracia?

-De española democracia, diría yo. Pues que el Archipiélago se ha debilitado. Con la desaparición de su agricultura, pesca y pastoreo; con una galopante degeneración de su territorio; con una feroz especulación; con una descomunal densidad de población; con una monstruosa corrupción política; con un pueblo que se ha visto forzado a llevar un ritmo de vida que no le va; con la ruptura de nuestra sociedad canaria; con una forma de vivir sin esperanza en el futuro; con ciento de miles de canarios en el umbral de la pobreza; con robos, homicidios, asesinatos y la desaparición de menores, y hasta con una gran crisis económica.

-¿Cree factible alcanzar la independencia de España? ¿Cree que el movimiento independentista está maduro?

-Canarias no alcanzará su independencia de España a través de unas elecciones, según el sistema electoral actual. Sólo será factible alcanzar la independencia exigiendo en los organismos internacionales la descolonización de Canarias, aunque el Estado español trata de impedirlo. Esto exige una mayor madurez del independentismo canario, logrando una mayor unidad de este movimiento.

miércoles, 22 de octubre de 2008

LA JUNTA DIRECTIVA DEL PATRONATO DE LA SAL SE SUMA A LA CELEBRACIÓN DE ANIVERSARIO DE LA BANDERA NACIONAL CANARIA


La Junta Directiva del Patronato, La Sal, se suma a la celebración del 44 aniversario de la Bandera Nacional, Canaria, el acto que tendrá lugar hoy miércoles 22 de octubre a las 17:00h en el Parque Doramas, en el monumento de Atis Tirma. Gran Canaria.
Para lo que felicitamos y animamos al grupo de sacerdotes a seguir enarbolando nuestra enseña y símbolo de identidad. Por un Archipiélago Canario Unido.
La iniciativa de este grupo de sacerdotes, la consideramos de vital importancia Son concientes, de la realidad canaria y la difícil situación en la que afrontamos los canarios y canarias, nuestro futuro como pueblo. Queremos expresar nuestro orgullo por el gesto de estos sacerdotes, que siguen los pasos de Jesús de Nazaret y dan sentido a la iglesia por la que tanto lucho el anciano Papa León XIII, alentando la presencia de los católicos en la vida pública y por la que se gano el respeto del mundo entero .En la Encíclica Inmortale Dei (19-XI- 1885) el Papa había declarado la disposición de la Iglesia a estar presente en la vida político –social.

Que la Bandera Nacional Canaria, brille con todo su esplendor en su 44 aniversario, enarbolando el símbolo y sentido de un, Archipiélago Canario Unido.


Julia Martel Martín


Presidenta del Patronato La Sal

lunes, 20 de octubre de 2008

DÍA DE LA BANDERA NACIONAL DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO




Solidaridad Canaria, se hace eco de la convocatoria que el próximo miércoles 22 a las 17 horas, ha hecho un grupo de curas canarios para celebrar el día de la Bandera Nacional del Archipiélago Canario en el monumento Atis Tirma del Parque Doramas.
El hecho de que colectivos como este, se reúnan para celebrar el día de nuestra Bandera, es un ejemplo a seguir y apoyar en la lucha reivindicativa de los derechos canarios tan grave y continuadamente usurpados.
Animamos para que a nivel personal y colectivo, apoyemos con nuestra presencia esta convocatoria.

Solidaridad Canaria 20/10/08

domingo, 19 de octubre de 2008

Bello: "No creo en los políticos que se dicen nacionalistas y luego fomentan el pleito insular en Canarias"

Bello: "No creo en los políticos que se dicen nacionalistas y luego fomentan el pleito insular en Canarias"

El párroco de La Garita y Marpequeña (Telde) manifiesta a El Día que la bandera de las siete estrellas verdes representa "a mi tierra, a mi país, es símbolo de identidad y refuerza mi fe en Jesús de Nazaret, pues él también se desvivió por su pueblo"

TELDEACTUALIDAD

Telde.- Tinerfeño de nacimiento, Francisco Pérez Bello, al que conocen más como Paco Bello, es un sacerdote diferente. Diferente por algunas de sus iniciativas en favor de los colectivos marginados y desfavorecidos que, por lo pronto, no son habituales en el seno de la Iglesia. Como colgar la bandera del Orgullo Gay en una de sus parroquias. Pero el padre Bello también se considera político y defiende una bandera y una ideología que lleve a Canarias a no depender de los gobiernos de turno del Estado. Estudió Filosofía y Teología y, desde 1980, vive y ejerce su magisterio en Gran Canaria, actualmente en las parroquias de La Garita y Marquepeña, en el municipio de Telde.

-¿Por qué cree que se le considera un sacerdote diferente al resto de su gremio?

- La verdad es que todos somos distintos, no hay dos curas que seamos iguales en todo; los hay de todos los estilos y colores. También hay envidia y celos en el clero. Precisamente esto lo ha dicho un obispo hace poco.

-¿Y se siente observado o atacado especialmente por esa diferencia que marca algunas de sus iniciativas?

-Observado creo que nos sentimos todos los sacerdotes, porque quieras o no somos personas públicas que siempre estamos en el punto de mira de todos, incluido el de los compañeros, pero la Iglesia está formada por personas y eso es normal. Cuando un grupo de sacerdotes, que éramos más de cuarenta, hicimos una campaña para que los obispos de Canarias fueran canarios y para que en el Archipiélago se constituyera de una vez el Arzobispado de Canarias y no depender de Sevilla, hubo algunos sacerdotes que nos miraban mal e incluso pensaron que nosotros no éramos católicos, con lo que esa palabra significa, "universal". Precisamente eso es lo que más queríamos, porque en 650 años que lleva la Diócesis no ha habido sino un solo obispo canario por accidente, que era hijo de un regidor de Agüimes y que habían colocado los españoles durante la Conquista y que nació aquí por casualidad. Era el obispo Verdugo. -Entre esas iniciativas, incluso polémicas, estuvo el colgar la bandera del arco iris el día del Orgullo Gay en una de sus parroquias.

¿Se considera un hombre valiente?

-Valiente no. Me siento un hombre libre, consecuente con mis principios cristianos, y en todo momento intento seguir al Jesús del Evangelio, al Jesús libre frente a tantas hipocresías que existen en nuestro mundo. La bandera del arco iris es el símbolo, precisamente, de la libertad y de la tolerancia, de lo cual Jesús siempre dio muestras firmes de apostar por ellas.

¿Cómo no voy a apoyar a un colectivo que aún es denigrado e insultado por tantos intolerantes que no aceptan la diversidad?

Lo único que hice es poner en práctica el objetivo que el obispo Francisco Cases había marcado para el curso 2007-2008: "Abran las puertas".

-¿Y cómo justifica usted el representar a un colectivo, la Iglesia Católica, que no se caracteriza especialmente por ser tolerante con la homosexualidad?

-Yo no represento a ningún colectivo. Yo sólo me solidarizo con la causa de tantos y tantas que, aún hoy día, siguen discriminados, aún dentro de la Iglesia, por parte de algunos de sus miembros. La Iglesia no sólo son los obispos y sacerdotes. La gran mayoría son seglares. La Iglesia somos todos los bautizados. Hace poco a un obispo de la Diócesis de Saltillo, en México, se le hizo un reconocimiento público por parte de los cristianos gays. Este obispo católico de México organizó en su Diócesis el segundo festival del Orgullo Gay, así que no toda la Iglesia es igual. -

¿Por qué cree usted que la Iglesia se ha desviado tanto de lo que predicaba Jesucristo en apoyo a las diferencias y a los más desfavorecidos?

-Creo que aún hay cristianos y cristianas que siguen defendiendo y luchando por la causa de los pobres, siendo voz de los sin voz, siguiendo el ejemplo de Jesús. Y también hay algunos cristianos que defienden lo contrario, poniéndose junto a los poderes fácticos de este mundo y fomentando la intolerancia y el fundamentalismo para sostener su actitud antievangélica.

-¿Cómo cree que se vive la política en la Iglesia?

-La Iglesia está formada por personas que viven en una sociedad, que están influidas por el ambiente donde viven. Por eso la Iglesia también hace política desde el momento en que expresa su opinión e intenta anunciar el Evangelio de Jesús. Por eso es un error decir que la Iglesia no debe hablar de política, o que no debe meterse en política, porque si anuncia el Evangelio de Jesús ya está haciendo política. -En el despacho de una de sus parroquias tiene usted una bandera canaria con las siete estrellas verdes,

¿qué significado tiene para usted?

-Yo vivo en Canarias, no voy a poner la bandera de Madrid, con todos mis respetos para los madrileños; es lo más coherente para un canario auténtico. En mi despacho de La Garita, es verdad, tengo una bandera canaria, símbolo de una Canarias unida; eso es lo que siempre llevo en el corazón, a todas las Islas. No creo en los políticos que se dicen nacionalistas y luego fomentan el pleito insular. Mientras el pueblo no se dé cuenta de que juntos podremos hacer que Canarias cambie a nuestro gusto, los políticos seguirán sacando beneficio a costillas de nuestra división. Para mí, la bandera representa a mi tierra, a mi país, es símbolo de identidad y refuerza mi fe en Jesús de Nazaret, pues él también se desvivió por su pueblo. De hecho, el próximo miércoles 22 de octubre es el 44 aniversario de la bandera nacional canaria. Para celebrarlo, un grupo de sacerdotes queremos enarbolar nuestra enseña en el parque Doramas de la capital grancanaria, en el monumento de Atis Tirma. Será a las cinco de la tarde. -A usted lo denunciaron por colocar esa bandera... -Sí, dos catequistas de La Garita me denunciaron ante el Juzgado número 5 de Telde, ante la Policía y ante el obispo por poner la bandera canaria durante las fiestas en lo alto de la iglesia. Eso hizo que el pueblo canario, la gente de mi parroquia en especial, empezara a conocer el significado que tiene este símbolo en el corazón de todos los que aman Canarias. Cuando conocieron que la juez sobreseyó el caso hubo un gran apoyo popular hacia mi persona y hacia la bandera tricolor.

-¿Se considera independentista canario?

-Yo siempre digo que a mí no me gusta ser dependentista, no me gustan las dependencias, no me gustan las ataduras, me gusta depender sólo de Jesús de Nazaret. Un pueblo que esté sometido nunca avanzará hacia el progreso. Ahí tenemos los datos de Canarias respecto al paro, a la sanidad, al índice de fracaso escolar, a la degradación del medio ambiente, a la corrupción, al índice de precios al consumo... en todo vamos a la cola respecto a las demás comunidades autónomas y, si no, recuerden las estadísticas que frecuentemente publica el Instituto Canario de Estadística (Istac) y los mismos medios de comunicación. Otro ejemplo es que los pueblos que dependen de una potencia extranjera pertenecen al tercer mundo, porque la fuerza dominante no le deja desarrollarse. Nos han hecho depender del exterior en todo para tenernos dominados. El obispo emérito de Sao Félix, en Brasil, Pedro Casaldáliga, decía que nosotros los sacerdotes debíamos ayudar a descolonizar el mundo. Y añadía: 'Ni colonizadores ni colonizados. A ellos, víctimas del holocausto del lucro y del etnocentrismo, les agradaría vivir humanamente y poder ver a los seres humanos en todos, incluso en sus posibles colonizadores de ayer y de hoy, militares o eclesiásticos, políticos o intelectuales...". -Un amigo suyo, el padre Fernando Báez, afirma que la Iglesia es política y que un sacerdote que no haga política no es sacerdote.

¿Está de acuerdo? ¿Qué añade a esta afirmación?

-El mensaje de Jesús apuesta por los pobres, por los desfavorecidos de esta sociedad; se pone, de una forma clara, de parte de los más desfavorecidos. Esto ya es política, desde que defendemos los valores del Reino de Dios estamos haciendo política. Y desde que los documentos de la Iglesia hablan de justicia social estamos hablando de política. Parece que está de moda decir que no se quiere hablar de política. Creo que eso es falso, puesto que desde que nos posicionamos en la sociedad ya estamos adoptando una postura política. Cuando vemos a las autoridades civiles o militares en una procesión o en una Eucaristía, con sitios reservados para ellos, esa actitud es política, pero política de la mala. Cuando el centro teológico de Canarias, en Las Palmas, realizó una mesa redonda para reflexionar sobre las elecciones y sólo invitó a ciertos partidos políticos, como PSOE, PP, CC y discrimina a otros partidos independentistas, esa acción es descaradamente política a favor de una opción. Creo que la Iglesia no debe tomar opción por ningún partido determinado. En todos los partidos, guste o no guste, hay hijos de Dios. -Ha habido casos de sacerdotes que han dejado sus hábitos para emprender una carrera política. El más reciente está en Paraguay, donde su actual presidente dejó su ministerio como obispo para presidir el país.

¿Haría lo mismo (dejar sus hábitos) si las circunstancias así lo establecieran?

-Para nada. Creo que desde la opción de obispo o sacerdote se puede llevar el destino de un país. Igual estaría bien dejar la responsabilidad pastoral mientras dure el cargo político, pero no reducir a nadie al estado laical. Tenemos el ejemplo de Andorra y la Sede de Urgell, donde un obispo es presidente del país. -Muchos sectores de la sociedad coinciden en que la política ha caído en lo más bajo, asociada en muchas ocasiones a casos de corrupción y enriquecimiento ilícito de sus integrantes.

¿Es peor la política en Canarias que en otras comunidades?

-La verdad es que hay motivos para pensar así. Vemos cómo el mismo vicepresidente del Gobierno de Canarias (PP) está siendo investigado por la Fiscalía y aquí no pasa nada; tenemos el "caso Faycán" en Telde; el de Las Teresitas, donde Miguel Zerolo y otros políticos también están siendo investigados. Y aquí nadie dimite. La política de Canarias, como la de España, está muy viciada; habría que animar a los legisladores para que lleguen a la conclusión de que las listas abiertas son una buena solución para acabar con la corrupción. También habría que legislar un tiempo máximo en que una persona estuviera en la Presidencia del Gobierno, no más de ocho años.

Fuente: El Día (Tenerife)